El consejero de Obras Públicas y Vivienda, José María Mazón, visitó ayer las obras de construcción de los pilotes que soportarán una de las grandes estructuras que incluye la carretera que conectará los valles de Buelna y del Pas. Junto al director general de Carreteras, Vías y Obras, Manuel del Jesus, el consejero recibió las explicaciones de la empresa adjudicataria sobre las dificultades que se ha encontrado a la hora de hallar un terreno estable sobre el que colocar esos pilotes.
En algunos casos se ha tenido que profundizar 40 metros (equivalente a un edificio de unos 13 pisos) para encontrar una base sólida sobre la que cimentar unos estribos que soportarán un puente singular, único por su forma en Cantabria. Su estructura, con 134 metros de tablero libre, hace más necesario si cabe encontrar un terreno estable y sólido donde situar sus soportes.
Será un puente atirantado con cuatro grandes torres inclinadas sobre las que se situarán los cables que soportarán el tablero. Cada torre tendrá nueve tirantes unidos al tablero y otros tantos al estribo, cuya cimentación se realiza por medio de los pilotes y anclajes al terreno ayer visitado por el consejero. No es la primera vez que el subsuelo del valle da problemas a la hora de acometer grandes obras. El canto rodado que se extiende por todo el valle no es la mejor base para estructuras importantes, como se comprobó en el túnel de la estación de Renfe en Los Corrales de Buelna.
Se cumplirán los plazos
El presupuesto total de la nueva carretera, ya conocida como la Autovía Pas-Besaya, asciende a 23,2 millones de euros y tiene una longitud de 10,6 kilómetros. Unirá Barros -en Los Corrales de Buelna-, con Aes -en Puente Viesgo-, y enlazará con la Autovía de la Meseta en Barros y con la del Cantábrico por Vargas. De momento, los plazos anunciados se cumplirán. Mazón explicó que ya está abierto el tramo entre Aes y Mata, y que en abril se inaugurará el tramo entre Mata y Sopenilla. A finales de año estará lista toda la carretera
