martes, 13 de marzo de 2007

UNA CIUDAD MAS "AMABLE"PARA LOS CIUDADANOS


Más pasos para peatones, mejor situados y señalizados y, sobre todo, más protegidos para mayor seguridad de los vecinos. Esa es la idea principal del plan presentado por el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna, Óscar del Val, quien aseguró que la filosofía de las próximas actuaciones en el casco urbano pasarán todas por el mismo objetivo: «hacer más amable la ciudad para el peatón».

El tramo principal de la Avenida Cantabria será el mayor beneficiado por los próximos cambios, que se notarán, dijo el concejal, antes de que finalice el mes de abril. De esta forma, en un tramo de unos 500 metros de la vía principal del municipio se reubicarán cuatro pasos para peatones, a los que se añadirán semáforos.

El principal cambio afecta a un nuevo paso que se situará frente a la entrada principal del Teatro Municipal, anulando el existente y pintando otro en la misma avenida, a la derecha del final de la calle Forjas de Buelna, ambos con semáforos. También se mejorará el que se sitúa en la Avenida Cantabria, en la salida de la calle Alcázar de Toledo. Ahora es un paso peligroso al no tener semáforo en una de sus direcciones, lo que provoca la confusión entre conductores y peatones. El plan añade semáforos en las dos direcciones y mejora su situación. Algo semejante al situado en la calle de las antiguas escuelas.

Otra novedad pasa por la protección de pasos para peatones, dificultando el que los coches aparquen en esos lugares. Se colocarán altos de hormigón para que siempre tengan el paso libre, algo que, según Óscar del Val, piensa especialmente en las personas minusválidas o con carros de la compra o de bebés. Muy cerca, en la calle Batalla del Ebro, se realizará la misma operación, incluyendo en su recorrido tres nuevos pasos para peatones

¿LLEVARAN FLORES?





El ministro de Interior recuerda las excarcelaciones de etarras con delitos de sangre durante los Gobiernos de Aznar
Rubalcaba pregunta al PP si "llevará flores a los asesinados por los etarras que excarceló"
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha iniciado hoy su intervención en el Congreso de los Diputados, para explicar el 'caso De Juana', afirmando que "los miembros de ETA, en el supuesto de que en un momento determinado decidieran una actuación, que ojalá no se produzca, lo tiene más complicado en el sentido de que no pueden justificar que aquí se ha producido una cerrazón o intransigencia por parte de Interior". La frase, se ha apresurado a aclarar, no es suya, sino que fue expuesta por el ex ministro Jaime Mayor Oreja después de que su Ministerio acercara presos al País Vasco.

El ministro, que comparece por iniciativa propia para explicar la decisión de de atenuar la prisión al etarra José Ignacio de Juana Chaos (que cumple condena por dos delitos de amenazas no terroristas), ha explicado que su intención "no es entrar en el ejercicio del 'y tú más'", sino explicar cuáles han sido las políticas penitenciarias desarrolladas por todos los Gobiernos durante la democracia, y pedir a la oposición "la misma presunción que gozaron el resto, de que el objetivo final era acabar con el terrorismo y la violencia".

Después de hacer un detallado repaso a la política penitenciaria de los Gobiernos de Felipe González y José María Aznar, incluidas las exenciones penitenciarias extraordinarias que se concedieron a etarras. Durante 1996 y 2004, el ministro ha recordado que 64 terroristas, muchos de ellos cumpliendo condena por delitos de sangre, vieron reducir sus penas en 70.906 días, "por reducciones que se pudieron evitar y no conceder".

Y a continuación, Rubalcaba ha preguntado a los dirigentes 'populares' si "van a llevar flores a los lugares en los que asesinaron esos etarras excarcelados por ustedes. ¿Se entrevistarán con los familiares?, ¿les llevarán a manifestaciones y televisiones?, ¿van ustedes ha recorrer en autobús las plazas y calles donde murieron las víctimas de esos presos excarcelados por su ineficacia, cuando no, por su complacencia?".

Esta comparecencia del ministro tiene lugar trece días después de que se produjera el traslado a un hospital del País Vasco del interno, que inmediatamente abandonó la huelga de hambre que mantenía desde el pasado 7 de noviembre y que, según los informes médicos, ponía en grave riesgo su vida